En los últimos años se ha producido un aumento significativo del uso de la telerehabilitación, que permite a los pacientes recibir servicios de fisioterapia online y rehabilitación a distancia a través de videoconferencias u otras plataformas digitales. La pandemia de COVID-19 provocó que muchas personas no pudieran acceder a servicios de rehabilitación en persona. Convirtiendo a la telerehabilitación en una alternativa eficaz.
Es probable que esta tendencia continúe, ya que la telerehabilitación ofrece una forma cómoda y segura de a los pacientes que viven en zonas rurales o remotas, y a quienes tienen problemas de movilidad que dificultan el desplazamiento a un centro sanitario.
El uso de la tecnología a través de los dispositivos portátiles, la robótica o la Realidad Virtual para mejorar los resultados de la rehabilitación pueden proporcionar información en tiempo real que ayuda a los profesionales sanitarios a supervisar, a controlar y seguir la evolución de los pacientes y realizar los ajustes necesarios en sus planes de tratamiento.
Además, ayuda a motivar a los pacientes aumentando la adherencia al tratamiento y por consiguiente una rehabilitación eficaz.
3. Rehabilitación personalizada
Muchos programas de rehabilitación como ReHub, se están centrando en planes de tratamiento personalizados que se adaptan a las necesidades y objetivos específicos de cada paciente.
Este enfoque ayuda a garantizar que el programa de rehabilitación sea lo más eficaz posible para ayudar al paciente a lograr los resultados deseados.
Es importante elegir un software de telerehabilitación que te permita ajustar parámetros y que esté clínicamente validado, de esta manera los profesionales de la rehabilitación se aseguran de ofrecer un servicio de calidad.
La rehabilitación suele implicar a un equipo de profesionales sanitarios, como médicos rehabilitadores, fisioterapeutas, terapeutas ocupacionales y logopedas, que trabajan juntos para ayudar al paciente a alcanzar sus objetivos. Este planteamiento interdisciplinario permite un enfoque más integral de la rehabilitación y puede mejorar los resultados.
Los programas de rehabilitación se centran cada vez más en ayudar a los pacientes a conseguir resultados funcionales, como ser capaces de realizar actividades cotidianas, en lugar de limitarse a mejorar las deficiencias físicas. Este cambio de enfoque ayuda a garantizar que los esfuerzos de rehabilitación sean más pertinentes para las necesidades y objetivos de la vida real del paciente.
Está claro que la telerehabilitación tiene el potencial de revolucionar la forma en que se presta la rehabilitación. La rehabilitación digital en remoto puede proporcionar una atención cómoda, accesible y rentable a personas con una amplia gama de afecciones y discapacidades, como accidentes cerebrovasculares, lesiones medulares y trastornos musculoesqueléticos.
Sin embargo, la telerehabilitación no es una solución válida para todos los casos, y para aprovechar todo su potencial hay que afrontar varios retos. Entre ellos se incluyen cuestiones relacionadas con la tecnología, como la necesidad de una conectividad fiable a Internet y la disponibilidad de dispositivos adecuados, así como cuestiones relacionadas con la formación y el apoyo tanto a los pacientes como a los profesionales sanitarios.
A pesar de estas dificultades, la telerehabilitación ofrece una solución prometedora a muchos de los obstáculos que encuentran las personas con discapacidades o enfermedades crónicas para acceder a los servicios de rehabilitación. Es necesario seguir apostando por la innovación y la colaboración público-privada para ofrecer la mejor asistencia al paciente, reducir costes y descongestionar los servicios. La rehabilitación es un valioso complemento a las herramientas de rehabilitación convencionales, sobre todo en situaciones en las que no es posible la atención presencial.